Un día en la Expo

Debido a la importancia del evento creo que no estaría de más publicar nuestras experiencias en la Expo de Zaragoza 2008.

Yo estuve por primera vez el 21 de Julio, lunes, día de Japón. Aprovechando que hacía viento, estaba de vacaciones y era lunes, pensé que sería un buen día. Así fue.

No me gustaron las filas a la entrada del recinto, odio esperar, entiendo que la seguridad debe ser fundamental, pero sólo 2 tornos con detector de metales es insuficiente a primera hora. Vaya desde aquí mi enhorabuena a todos los voluntarios y trabajadores de la Expo, un diez para ellos. Nos atendieron todos muy amablemente, chapeau, de verdad.

Personalmente, no creo que valga la pena esperar 2 horas al sol por ver ningún audiovisual. Es una opinión. Vistas las interminables colas que había para los pabellones de Aragón y España así como en el Acuario, decidimos dejarlos para otro día. También había filas interminables para el fast-pass.

De los pabellones que conseguimos ver, yo destacaría:

Alemania, decepcionante, lo de la barquita me desilusionó mucho por lo falto de contenido. De Alemania esperaba que nos contarían algo de la relación del país con el agua, los bosques los ríos, etc . Nada de nada. Una atracción de feria tan futurista y vacía como decepcionante.

Japón, con una fila importante pero amenizada por unas azafatas muy amables, Japón nos ofrece un audiovisual muy currado. Era de esperar, son los padres del anime. Eso sí, creo que muchos países pecan de audiovisuales con aforo limitado y se generan filas interminables.

Corea, Otro audiovisual todavía más impactante, esta vez en 3D y que precisaba de unas gafas muy curiosas. Por momentos, parecía que los personajes salían de la pantalla y se acercaban al espectador. Espectacular.

Egipto es un país vertebrado por el Nilo. Su cultura, su historia, su presente y su futuro dependen de este gran río. Podrían habernos deleitado con información sobre el Nilo, el Canal de Suez, la presa de Asuán, el lago Nasser, etc pero se han ido por el camino fácil (o la improvisación) de montar un zoco. Olé.

Por otro lado, me pareció curioso que países como Dinamarca no se hubieran preocupado mucho a la hora de montar sus pabellones: con 4 cilindros colgados del techo, una foto y una fuente ya tienen un preámbulo ideal para el bar. Imperdonable la falta de interés que algunos países desarrollados han demostrado.

Otros países han optado por el rollo bazar: la India o Nepal me defraudaron bastante. Una pena.

Otros países como Marruecos, se han tomado la Expo más en serio y han montado un pabellón realmente precioso y que nos muestra la forma de vida de sus países y su relación con el agua.

Otros han optado por la propaganda turística más descarada: Túnez, Belice, Emiratos árabes, etc

Por cierto, ningún país entona el mea culpa. Parece que el planeta se va al garete pero no es culpa de ningún país. Todos son de lo más ecológico. Un poco de autocrítica no hubiera venido nada mal. igual es que sólo contaminan los países que no han acudido.

El faro me gustó, es didáctico a la vez que divertido. Me gustó mucho la explicación sobre el botijo (su funcionamiento no es tan fácil, amigos, tiene truco para enfriar el agua) y el revolucionario método para depurar el agua.

El hombre vertiente creo que es un espectáculo interesante, me gustó la originalidad de su puesta en escena y la música. Pero creo que podrían haber ido algo más allá, más provocador o interactivo con el público. Al salir escuché comentarios de la gente, para algunos el mensaje no había quedado claro y la metafórica parte final no la habían comprendido. El teatro moderno es así.

En cuanto al Iceberg, me gustó pero pasó igual que con el Hombre vertiente, algunos aspectos experimentales se le escapaban a cierto público. A mí el espectáculo me gustó y emocionó (sobre todo con la cara del niño o el montaje de árboles cayendo), creo que el mensaje estaba más claro (consume menos, contamina menos). Una recomendación, en Zaragoza el cierzo puede jugar malas pasadas hasta en verano, una chaqueta nunca viene mal. Había muchas caras de frío.

Creo que hay que destacar otra vez la amabilidad y el buen hacer de los voluntarios, evitando que los espectadores se sentaran en las escaleras y facilitando el acceso a las personas con movilidad reducida.

Creo que hay suficientes servicios y bares aunque faltan espacios con sombra.

En resumen, yo pasé un día muy entretenido.

El día 10 de Agosto volví a la Expo. Hacía más calor.

Esta vez conseguí entrar al pabellón de España. A pesar de causar más de una luxación en el cuello con su audiovisial, me gustó porque es de los pabellones más científicos: te da datos interesantes del agua y sus propiedades. Te cuenta la importancia de las cuencas, el suelo y el clima. Me recordó a un museo de la ciencia. Bien.

El pabellón de Aragón es otro plato fuerte que vale la pena visitar. Un poquito de historia, arte y la tienda conviven en la planta de arriba. En la planta de abajo un audiovisual espectacular sobre Aragón, sus pueblos, su cultura y un soberbio baile a cargo de Miguel Ángel Berna te pueden dejar boquiabierto.

Intenté por 2 veces entrar a ver el famoso vídeo en 4D del pabellón de Kuwait, pero no fue posible. No aparecía ningún responsable ni la fila parecía moverse a ningún ritmo. Eso sí, regalaban camisetas, gorras, cds y hasta bolsas. Pero no regalaban paciencia ni sombra, la paciencia se agotó y nos fuimos.

Nos gustó el espectáculo de danza que realizan en Malasia, muy simpáticos los bailarines y te hacen pasar un rato muy ameno. Tiene un toque kitsch muy curioso.

Descubrí que Pep Bou actuaba en el Balcón de las Artes Escénicas, pues había que verlo. Aún recuerdo la fascinación que su espectáculo me generaba de niño cuando lo veía en televisión. Han pasado los años pero su espectáculo me volvió a cautivar. Es increíble verle en directo crear arte en escena con frágiles pompas de jabón. Un maestro.

El habitualmente callado Pep Bou habló en el epílogo a favor de la paz pidiendo que los aviones tiren pompas de jabón y no bombas. Su espectáculo estuvo dedicado a Héctor, un colaborador del espectáculo fallecido reciente mente. Un aplauso para él desde aquí.

Lo dicho del día 10 de Julio sigue vigente, unos países se lo toman más en serio que otros o han tenido más presupuesto. Oscilan entre la propaganda turística, el audiovisual y el bazar.

La visita a la Torre del Agua, emblema de la Expo, me defraudó también. La vi bastante fría, vacía y ni siquiera se puede ver una panorámica decente de la ciudad y sus alrededores. Le falta un mirador en condiciones. Decepción.

Me habían recomendado el recinto de Ciudades del agua pero me defraudó bastante. No vi nada de interés: ni datos de relevancia ni imágenes que valga la pena retener. Igual es que estábamos ya cansados.

A las 23:00 empezó el concierto de Toumani Diabaté, de Mali, que venía acompañado por su genial banda Symmetric orchestra de 20 músicos y unos amigos especiales. Tras varios temas propios, su primera amiga en aparece fue la islandesa Björk, cantó sólo dos temas pero demostró ir sobrada de voz y me gustó bastante. Con su extraño vestido y descalza logró una buena química con el público y la kora de Toumani. Damon Albarn (de Blur y Gorillaz) me pareció fuera de lugar (por decir algo), no está a la altura de los músicos allí congregados. Se limitó a tocar los teclados, fecitar a Toumani por su cumpleaños y cantar el tema de Blur Sunset coming on.

La cosa cuajó mejor con Elíades Ochoa. Cuba y África se fusionaron rítmicamente demostrando que en la música puede haber etiquetas pero no fronteras. Para mí, la improvisada jam session entre Elíades y Toumani fue el momento álgido de la noche. La guitarra y la kora echaron humo mientras deleitaban al personal totalmente entregado.

Con José Soto Sorderita la cosa también tuvo su duende, el Vente pa Madrid nunca tuvo un coro de palmeros tan curioso.

Al final Albarn y Ochoa volvieron a salir para unirse a la banda de Diabaté en el tema “África” y dejarnos un muy buen sabor de boca.

Otro día entretenido en la Expo.

Un agradecimiento desde aquí para El polivalente y Alice por su colaboración y amabilidad.

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