Para quienes no lo saben, Naty es una ex-estudiante de primer año medio del Colegio De La Salle de La Reina. Un día de agosto, al parecer algo aburrida, fue con sus compañeros de curso al Parque Gorostiaga de Ñuñoa, y no encontró mejor diversión que entretenerse ofrenciendo una fellatio a uno de sus amigos. ¿El único problema? Uno de ellos grabó la escena con su teléfono móvil. “Ya, po’h, no me grabis”, le dijo, pero rápidamente volvió a su abnegada labor oral.
Al dia siguiente del acto, el rumor de lo que había ocurrido la tarde anterior comenzó a dispersarse cual virus por la escuela. Y a la salida de clases, era el video el que circulaba entre todos los alumnos que a esa hora partían a sus casas inalámbricamente. Algunos les mostraron el video a algunos profesores, y el video llegó al mismísimo rector.
En fin. Más que los problemas en los que se metió Naty, ya sabemos que esto no es nuevo. Casos como el de Naty, los de Numa Numa, Edgar y Star Wars Kid dejan claro que tenemos una discusión pendiente sobre como la tecnología y el estar en todas partes, todo el tiempo online de a poco va minando nuestra privacidad. Lo otro que queda al sacar cuentas del fenómeno de los videos virales es que las generaciones que vienen no estarán conformes con los blogs, fotologs o cualquier tipo de red social existente o por venir; eso es hoy. Si niños de primaria ya son capaces de pasarse videos a través de sus celulares con Bluetooth, está clarísimo: el futuro es móvil. Tan solo queda esperar que los operadores se pongan las pilas trayendo tecnología que más que traernos velocidad, introduzca servicios que mejoren la vida y que no causen que hechos como este penetren tan fuerte y acaben en boca de todos y no de uno solo — como debería ser.
Vídeo online y descarga directa: http://www.losamigosdetuhermana07.tk
Vía::fayerwayer