La carrera de George Clooney empieza a ser importante. Alterna taquillazos (Ocean’s 11) con películas más pequeñas e interesantes (Siryana, El buen alemán, Buenas noches y buena suerte). Michael Clayton pertenece al segundo grupo. Con este tipo de cine crítico con las grandes compañías y el gobierno norteamericano Clooney se está ganando bastantes enemigos en su país pero no parece que eso le afecte.
Pues eso, Harry Potter 5. Esta vez dirigida por el desconocido David Yates. Más de lo mismo pero un poco peor. La línea ascendente se quiebra con esta entrega.
Al amigo Sean Penn no le basta con ser uno de los mejores actores de su generación y enemigo declarado de Bush, encima es buen director. No es que haga muchas películas, sólo tiene 4 y la última (La promesa) data de 2001, pero son siempre interesantes y recomendables.
Tiene bemoles la cosa, mientras en España Vicente Aranda se dedica a hacer bodrios eróticos sobre nuestra historia (Juan La Loca) los ingleses echan mano a la suya para hacer grandes films como este. Así pues, nos vemos obligados a ver nuestra historia contada por el otro bando y nos toca ser los malos. Es una lástima que teniendo una Historia tan rica y con tantos personajes interesantes los desaprovechemos tan estúpidamente.
Las películas de Wes Anderson (Life Acuatic, Los Tenenbaums) son bastante especiales, o las amas o las odias: personajes estúpidos en situaciones ridículas. Nunca sabes si se está riendo del espectador o de los personajes.
