Dos veteranos policías de Nueva York deben de enfrentarse a un caso especialmente peliagudo, un asesino poeta va eliminando a lo peor de la sociedad.
Vayamos por partes, hace muchos años que Robert DeNiro y Al Pacino se ganaron merecidamente su fama de grandes actores:
Al Pacino tiene en su haber soberbias interpretaciones en obras maestras como: El Padrino (1972), Serpico (1973), El Padrino 2 (1974), A la caza (1980), El precio del poder (Scarface, 1983) etc hasta llegar a Atrapado por su pasado (Carlito’s way) en 1993. A partir de ese punto su carrera ha ido cayendo en picado. Los guiones que elige no están a la altura y sus papeles son una mera repetición de clichés.
Robert DeNiro ha trabajado con los mejores directores en auténticos clásicos que nadie debe perderse: El Padrino 2, Taxi Driver (1976), El cazador (1978), Toro salvaje (1980), Érase una vez en América (1984), La misión (1986), El corazón del Ángel (1987), Uno de los nuestros (1990), Casino (1995), etc pero también su carrera hace aguas desde entonces.
Ambos actores son fiel reflejo de la crisis creativa que impera en el cine norteamericano en los últimos 15 años. Son dos grandes actores que no tienen buenos personajes debido a que ya no hay buenas historias. Han acabado repitiendo papeles y autoparodiándose a sí mismos. La peor parte creo que se la lleva DeNiro, demasiado tiempo con ese extraño rictus de tipo duro en la cara. Por momentos parece un mal imitador suyo.
Ahora parece que su tercera reunión en pantalla podría prometernos un guión sólido que nos hiciera vibrar como antaño. Pero… El guión no es malo aunque usa y abusa de situaciones y personajes más vistos que el tebeo (el poli estresado, las broncas con el jefe, el partido de baseball, el traficante rapero, problemas con la pareja, asesino en serie) y juega torpemente con la identidad del asesino desde el primer momento. Aunque la peli no está mal, yo pase un rato entretenido, no está ni de lejos a la altura de las películas que estos monstruos interpretaban en décadas pasadas.
No hay dirigiendo una mano maestra para darle a la historia la tensión necesaria. No hay detrás ningún Coppola, Scorsese o DePalma. La cosa la dirige John Avnet, de quien me gustó mucho su Tomates verdes fritos pero el resto de su filmografía no me convence. No entiendo su manía por los planos cortos y el plano y contraplano. Creo que es un director totalmente inadecuado para esta historia de asesinatos y policías veteranos. Ya en los cutres títulos de crédito te das cuenta que la cosa puede hacer aguas. Por suerte, luego mejora aunque vuelve a caer estrepitosamente al final.
En cuanto a las interpretaciones, DeNiro pone sus tics de siempre y aprieta los labios constantemente mientras que Pacino salva los muebles honrosamente. A pesar de todo, el que tuvo retuvo y el film se beneficia mucho de la presencia de sus estrellas. El resto del elenco está, sin más.
Supongo que si en el reparto no hubiera dos leyendas vivas del cine americano hubiera sido más benevolente, pero desaprovecharlas así es un pequeño crimen.