Aún recuerdo cuando era pequeño y mi padre tenía su bota de vino siempre dispuesta y llena de vino fresco. Sobre todo en el pueblo.
También recuerdo cuando mi madre me compró el traje de baturro y dentro del “atrezzo” del traje estaba una bota de vino. Esa bota de vino, a la que le echaba de todo (refresco de cola, naranja, tang, etc)… y lo que disfrutaba bebiendo e intentando no mojarme todo el careto. Que recuerdos…
Y esto me ha venido a la mente porque la semana pasada estuve en las gloriosas fiestas de SAN JUANES (no San Juan) de Soria. Y allí el vino corre a raudales y siempre hay un “cuatro” dispuesto a refrescar tu gaznate.
Este veranito me compro una bota…
Aquí os dejo unos enlaces para compraros una o regalar e incluso unos consejos para el uso y conservación de una bota de vino. Menudo regalo!
Cómo se hace una bota
Uso y conservación
Las tres Z
Mi bota de vino