Debido a una ruptura sentimental el joven Ben Willis no puede dormir. Aburrido, decide sacarle partido al insomnio y ponerse a trabajar por las noches en un supermercado. Allí entrará en el mundo laboral y sus miserias, conocerá a compañeros de lo más curioso y desarrollará la habilidad de detener el tiempo.
El film es la primera película del británico Sean Ellis (nombre muy parecido al de su protagonista), quien adapta a largometraje un corto suyo nominado al Oscar en 2004. Ellis realiza una peculiar mezcla de cine de universitarios con comedia romántica. El resultado es un film muy entretenido e intersante.
La fascinación y admiración que el cuerpo femenino produce en los hombres está tratada de forma casi poética y es lo mejor de la película. Creo que alberga escenas preciosas que son verdaderos elogios a la belleza femenina. Quizás alguien pueda pensar todo lo contrario, valga como ejemplo la carátula: ¿Es un homenaje a la belleza femenina o un uso machista/consumista de la misma? Creo que viendo la película queda muy claro.
Un poco menos de poesía y belleza quizás le hubiera venido bien a la peli si hubiera querido ser una comedia más. Tendría menos parones narrativos y estaríamos casi ante un nuevo taquillazo británico a lo Trainspotting o Full Monty. Pero no era ése el objetivo. La combinación de situaciones muy divertidas (el partido de fútbol, el posado, las carreras) con momentos melancólicos le da un estilo pnovedoso que es muy de agradecer.
A pesar de que los protagonistas son jóvenes no cae en la zafiedad ni el mal gusto. La peli no va sólo de jóvenes con las hormonas alteradas también habla de jóvenes con el corazón roto.
Los actores están bien: Emilia Fox y Sean Biggerstaff se mimetizan perfectamente en la piel de los protagonistas, el resto del elenco está bien aunque sus personajes son más caricaturescos. La modelo Keeley Hazell también aparece pero no creo que se pueda decir que actúe mucho, simplemente aparece y no tiene ni una frase, tampoco hace falta.
Recomendable.