1928, una madre soltera denuncia la desaparición de su hijo. Cinco meses después la policía dice haberlo encontrado.
Dice mi amigo Stewie que Clint Eastwood es el mejor director vivo. No creo que sea para tanto pero sí es cierto que Clint sabe recrear el cine clásico como nadie. Clint vivió los últimos estertores de ese cine de personajes y situaciones antes de que el séptimo arte se convirtiera en fuegos artificiales. Sus films como director son simplemente eso: buen cine clásico hecho hoy día. Buenas historias y buenos actores. Nada de extravagancias ni efectos innecesarios ni guiones para adolescentes. Cine del que ya no se hace.
Y la verdad es que una vez más Clint nos entrega otro gran film que entretiene y emociona como pocos. Si ya con Mystic river o Million Dollar baby pensábamos que Clint no podría superarse, esta vez está muy cerca de lograrlo.
No sólo la dura historia real en la que se basa es interesante, sino que además cuenta con un muy buen guión que salta del drama familiar al cine policíaco o al cine de juicios sin perden nada de ritmo. Eastwood nos ofrece una dirección modélica, casi imperceptible, que consigue una narración ejemplar. Nada de innecesarias voces en off ni complicados flashbacks, ni engaños al espectador. Eastwood va al grano y cuenta la historia apoyado en una ambientación prodigiosa y sin alardes técnicos . Su narración avanza siempre con el ritmo adecuado y sólo se detiene cuando debe hacerlo, sin recrearse en lo escabroso ni buscar la lágrima fácil. Soberbia.
Todo lo expuesto anteriormente sería inútil sin una actriz que supiera llevar el film sobre sus hombros. Angelina Jolie creo que está en el mejor papel de su carrera (aunque físicamente no se parezca mucho a la Christine Collins real). Un papel duro e intenso que ella sabe manejar de forma sorprendente. A los Oscars con ella. Nada que ver con sus papeles sexys en chorradas a lo Tomb raider o Wanted. Otro que se viene ganando el cielo desde hace años es John Malkovich que creo está genial, recomiendo ver la versión original para disfrutar de la excepcional dicción de este gran actor.
En resumen, un film duro y amargo pero imprescindible.