Olvídate de la imagen que el cine norteamericano ha creado de la mafia. Los mafiosos elegantes, simpáticos y con un fuerte código moral no existen.
Basándose en el libro homónimo de Roberto Saviano, Matteo Garrone ha dirigido un film totalmente descorazonador por lo veraz de las situaciones que presenta y por la forma tan real de presentarlas. Por momentos me parecía estar viendo una película del neorrealismo italiano de los años 50.
Garrone y Saviano presentan a los mafiosos como personas bastante simples y ruines. Supongo que algo de verdad habrá en ello ya que la mafia está realmente molesta y el autor del libro ha sido amenazado de muerte y debe viajar escoltado (probablemente de por vida). Incluso han prohibido que se vendan copias de la película en el top manta.
Gomorra nos propone unas cuantas historias de personajes totalmente creíbles que de alguna manera tienen algo que ver con la mafia. Esto no es una película de género a lo Uno de los nuestros, El precio del poder o El Padrino. No hay adornos estilísticos ni elipsis narrativas. Sus imágenes no conmueven ni emocionan, todo está rodado de forma bastante fría, pero sí hace pensar.
Las historias están bien rodadas en tono documental (con la cámara al hombro casi siempre) y bien hilvanadas. Los personajes están muy bien desarrollados, cada uno tiene sus dilemas morales y al final debe elegir su destino y afrontar las consecuencias.
Los mafiosos son aquí presentados como patanes egoístas sin moral alguna, nada elegantes ni simpáticos. Incluso algún personaje bastante inmaduro tiene como ídolo a Tony Montana el personaje de Al Pacino en El precio del poder (Scarface) e intenta emular sus hazañas y mejores frases del film. La fascinación por la violencia y el dinero rápido hace que muchos jóvenes opten por la vía fácil.
Me gustó mucho que el guión muestre cómo la mafia se extiende a casi todos los sectores de la economía italiana, desde los talleres de alta costura al tratamiento de residuos. También elementos como la inmigración y la explotación laboral son tratados de forma muy correcta en la película.
Yo destacaría que la película no propone soluciones, sólo muestra la realidad cotidiana de muchas ciudades italianas (o europeas), una realidad que incluso la mafia quiere que siga oculta.
A mí me gustó y no me aburrió en ningún momento a pesar de que supera las 2 horas. Quizás no tenga grandes momentos cinematográficos como las brasileñas Ciudad de Dios o Tropa de Élite pero creo que es un buen film.