Vaya por delante que no soporto a Luis Piedrahita, su imagen de gafapasta (con ese flequillo y esos jerséis) me repele bastante, y me veo en la obligación de añadir que tampoco sus monólogos me ilusionan demasiado.
Dejado bien claro que no soporto al personaje, debo comentar ahora la película que ha escrito y dirigido junto con Rodrigo Sopeña (al cual no tengo el gusto de conocer).
No es que sean unos genios, pero se nota que han visto mucho cine y han sabido sacarle partido. Su guión bebe directamente de otras películas (Cube, Saw) en lo que toca a personas atrapadas en un medio hostil que deben usar su inteligencia (y algo más) para salir con vida. No hay que pedirle a una peli así nada más que entretener, sin grandes alardes ni interpretaciones que te hagan llorar. Sólo entretener.
No es que hayan inventado nada, pero cumple muy bien con los parámetros del género (sorpresas, engaños, falsos culpables), tiene un ritmo bastante logrado y la película entretiene y pasas un buen rato.
Puestos a sacar pegas: Vale, en algunos momentos (sobretodo al pricipio) tiene un aire televisivo, el guión tiene algunas incoherencias. Los acertijos no son muy complicados (no hacía falta que los personajes fueran matemáticos para resolverlos) y algunos son bastante conocidos. Pero son fallos totalmente olvidables teniendo en cuenta que es su primera película.
En cuanto a los actores: Federico Luppi no sale mucho pero lo borda (viene siendo habitual); Lluís Homar, Alejo Saura y Elena Ballesteros están bien, aunque quien más me sorprendió (gratamente) fue Santi Millán en un personaje bastante alejado de lo que viene siendo habitual en él.
Una buena opera prima, ya quisieran muchos directores consagrados entretener así al espectador.