Ya era hora. Los alemanes están aprendiendo y le están sacando partido a su historia con películas más que interesantes (Goodbye Lenin, Lutero, El hundimiento). La última en llegar ha sido esta peli del director novel Florian Graf Henckel von Donnersmarck (menudo nombre) que se ha llevado todos los premios habidos y por haber (incluido el Oscar a mejor película en habla no inglesa en 2006); una historia sobre opresión, censura, espionaje y caza de brujas en la antigua RDA.
Una trama realmente interesante muy bien llevaba. Fácilmente podría haber caído en el típico ladrillo alemán que no hay quien lo vea, pero tiene un ritmo muy notable. Para ser su primera película, este chico promete.
El tema de las escuchas está tratado magistralmente así como la frialdad de la burocracia germana. La película además plantea preguntas muy interesantes: ¿Somos lo que hacemos o hacemos lo que somos? ¿Se pueden anular los sentimientos? ¿Vale la pena amar aunque nunca seas correspondido? ¿Se puede vivir la vida de otras personas aunque sea a distancia? ¿Vale la pena morder la mano que te da de comer?
Es cierto que se puede hacer algo pesada al principio (hasta que entras en materia) pero enseguida engancha y no te suelta.
Los actores están muy bien, en especial Ulrich Mühe (recientemente fallecido) como el espía frío como el hielo que transmite muchas emociones tras su imperturbable mirada. A mí me llegó a emocionar.
Puntuación? pues…