De todos es sabido, o debería serlo, que el rey de Inglaterra Enrique VIII rompió con la Iglesia Católica al divorciarse de Catalina de Aragón (hija de los reyes Católicos) para casarse con Ana Bolena. Tampoco es que la Bolena fuera su esposa definitiva. Ya han tratado este tema otras películas pero ahora se nos hace desde el punto de vista de las dos hermanas Bolena (Ana y María). Ambas fueron amantes del rey y se disputaron sus favores.
La relación entre las dos hermanas es lo que prima en esta película frente a las consecuencias políticas, religiosas y sociales, que no parecen importar demasiado al director. Personajes fundamentales como Tomás Moro o Thomas Crownwell ni siquiera aparecen.
Además se dan por verídicos ciertos hechos que los historiadores ponen en duda (incestos, matrimonios secretos). Por lo que la peli (y el libro en el que se basa) no se pueden considerar como puramente históricas, usan personajes y hechos reales como lejana excusa para un culebrón de alcobas.
Técnicamente la peli es más que correcta: la fotografía, los decorados, los trajes están bien. Pero a la dirección le falta algo de garra (no olvidemos que es la primera película de su director, un tal Justin Chadwick) y el montaje no ayuda a darle emoción al asunto, demasiado plano.
Las 2 actrices principales (Natalie Portman y Scarlett Johansson) están muy bien y son lo mejor de la peli, las dos demuestran que a pesar de su juventud saben interpretar y no son sólo chicas monas.
Eric Bana no me convenció mucho como Enrique VIII, más parece un jovenzuelo enamoradizo que el rey poderoso y cruel que siempre nos han descrito en los libros de historia. Kristin Scott Thomas está muy bien en su papel de sufrida madre pero está desaprovechada. También es una faena lo que le han hecho a Ana Torrent como Catalina, ponerla entre Portman y Johansson… cualquiera hubiera elegido igual que Enrique VIII.
¿Qué nos queda al final? un film pseudo-histórico que se deja ver gracias a sus dos protagonistas.
5,5