Pues una película política en toda regla. Personajes hablando sobre la política exterior norteamericana, Afganistán, Irak, terrorismo, la ambición de los políticos y el pasotismo del pueblo.
Más que una película a mí me pareció un ensayo anti-Bush. Es valiente por tratar un tema tan candente, normalmente se suelen esperar unos años para tener perspectiva de los hechos. Pero Robert Redford (director y actor de la peli) tiene muy claro su punto de vista (siempre lo ha tenido) y sabe que agua pasada no mueve molino.
La peli está muy bien escrita e interpretada (hasta Tom Cruise está bien!!!!) pero te puede aburrir a los cinco minutos si la política norteamericana y sus miserias no te interesan. No es fácil de digerir todo el aluvión de datos y opiniones que Redford nos plantea en hora y media y puede llegar a sumirte en el tedio más soporífero.