Entre machacas y becarios

Michael Clayton

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La carrera de George Clooney empieza a ser importante. Alterna taquillazos (Ocean’s 11) con películas más pequeñas e interesantes (Siryana, El buen alemán, Buenas noches y buena suerte). Michael Clayton pertenece al segundo grupo. Con este tipo de cine crítico con las grandes compañías y el gobierno norteamericano Clooney se está ganando bastantes enemigos en su país pero no parece que eso le afecte.

“La verdad puede ser ajustada”, el slogan de la película le viene muy bien al protagonista interpretado por Clooney, es un barrendero que limpia las miserias que las grandes empresas van generando mientras es incapaz de limpiar su propia vida. Los trapos sucios de las grandes multinacionales y los grandes despachos de abogados son limpiados por especialistas con muchos contactos y pocos escrúpulos. Pero todo tiene un límite o un precio. Cuando un prestigioso abogado se vuelve loco en mitad de una vista antes de un juicio saltan todas las alarmas. Es hora de llamar a Michael Clayton.

No sólo el personaje de Clooney es interesante, por la peli desfilan ejecutivos inseguros, abogados esquizofrénicos y demás personajes que nos hacen temer caer en sus manos. Al fin y al cabo son personas, tan inseguras, débiles e inestables como cualquiera de nosotros (o más).

La película se apoya en una sobria dirección del debutante Tony Gilroy (guionista de la saga sobre el espía Jason Bourne) El guión es bastante sólido, los diálogos están muy nien llevados y tiene unas interpretaciones muy destacables (tiene 3 actores propuestos justamente para el Oscar), yo destacaría a Tom Wilkinson (Full Monty) y Tilda Swinton. Clooney también es candidato, la verdad es que está bastante bien.

7

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