Las carreras de Demi Moore y Kevin Costner son un claro ejemplo de cómo triunfar sin demasiado talento, a veces es suficiente con ser guapo. Claro que el truco de vivir del físico no dura siempre, con los años ser guapo no basta, sin buenos papeles tu carrera se acaba hundiendo.
Ahora las dos estrellas intentan relanzar sus mortecinas carreras cambiando de registro e intentando interpretar. Con esta interesante película sobre psicópatas y policías parece no van a borrar toda la bazofia que han rodado en los últimos 15 años pero es un buen intento.
La peli está bien, es un intrigante thriller que me ha parecido de los mejores de los últimos años. Parte de situaciones mil veces vistas (asesino y policía) pero les da un toque innovador que es muy de agradecer. No es que revolucione el género al estilo Seven o El silencio de los corderos pero aporta suficientes elementos de interés.
Es recomendable por la historia pero quizás falla algo en su resolución. Te de la impresión de que podría haber estado mejor aunque vale la pena verla.
¿Demi y Kevin? Pues aún les falta mucho para llegar a ser buenos actores pero algo han mejorado (sobretodo Kevin, lo de Demi es más difícil). Está mucho mejor William Hurt en su papel de maléfico Pepito Grillo.