Una película de animación española con un nivel bastante alto. No es que por estos lares se prodiguen muchas producciones de animación, pero alguna va llegando. Vista la cantidad de entidades que han colaborado en la financiación (desde Ministerios a cadenas de televisión privadas y públicas) no debe ser nada fácil conseguir productores que confíen en una película así.
La verdad es que en el apartado visual poco o nada tiene que envidiar a las producciones de animación norteamericanas o japonesas. La película es visualmente muy original y tiene unas escenas realmente preciosas. El diseño de personajes está muy trabajado, aunque a veces recuerden vagamente al imaginario de Tim Burton. En la iluminación y los escenarios se nota que han invertido bastante tiempo y dinero. El resultado, visualmente hablando, no puede ser mejor.
En cuanto a la trama, no está mal, también es original (dentro del cine de animación para todos los públicos, que tiene sus normas). Los personajes no son el tipico niño la típica mascota parlanchina. Quizás un poco más de humor no le hubiera venido mal, para hacerla más atractiva para los más peques, pero no deja de verse con agrado.
Los trabajos de doblaje están bastante bien, casi no se identifican las voces de Imanol Arias ni Carlos Sobera, lo que indica que no se han limitado a poner sus voces, han intentado darle una personalidad propia a sus personajes.
6,5