Entre machacas y becarios

Quantum of solace

Traicionado por la mujer que amaba, 007 buscará venganza.

Tras el éxito de crítica y público que supuso Casino Royale los productores han decidido seguir por el camino de endurecer al personaje. Ciertamente este film es bastante más violento y duro que las clásicas películas de 007. Ahora James Bond salta de tejado en tejado, se hiere, sangra y hasta suda y se despeina. Es un héroe de acción al estilo Jason Bourne (los saltos entre balcones…) o incluso John McClane. Todo eso ya lo comenté al hablar de Casino Royale. Pero aquel film tenía un guión bastante sólido, algo de lo que Quantum carece.

Las escenas de acción son muy espectaculares, las chicas son muy guapas y M sigue intentando controlar a su agente más díscolo, pero la cosa no acaba de cuajar como debiera. El guión es bastante pobre: no hay casi humor ni ingenio, todo se resuelve a tiros. No sé si es homenaje, plagio o falta de imaginación pero muchos momentos de esta película recuerdan a otros de la saga (la chica desnuda en la cama cubierta de petróleo me recordó a la chica desnuda cubierta de oro de Goldfinger, la escena del paracaídas me recordó a la de Moonraker, la chica  buscando vengaza por el asesinato de sus padres me recordó a la de Sólo para sus ojos, la escena de Bond y la chica andando por el desierto es clavada a la de La espía que me amó, etc). También ciertas escenas de lucha siguen siendo idénticas a las de la saga Jason Bourne (el original que se adapata a los nuevos tiempos imitando a su copia).

Marc Foster dirige correctamente las escenas de acción y les imprime un ritmo vertiginoso. Incluso me parece algo excesivo el número de persecuciones y peleas. Apenas hay diálogos interesantes entre tiroteo y tiroteo. Además la forma de rodar las escenas de acción me pareció muy actual pero algo confusa. A pesar de ello, la escena del andamio me pareció muy lograda, lo mejor de la peli.

Me dio la sensación de que algo falta en esta película, es la más corta de la saga, la única que dura menos de 2 horas, es como si le faltaran 15 minutos. No sé si han cortado escenas para hacer el film más dinámico o no sabían cómo continuarla pero me pareció que el clímax no está conseguido.

La música corre a cargo otra vez de David Arnold como digno sucesor de John Barry, aunque esta vez la música no me gustó tanto como otras veces. Sí me gustó la canción Another way to die de mis adorados Jack White (White stripes) y Alicia Keys. En los títulos de crédito han recuperado a las chicas desnudas y las balas cruzando la pantalla dando un efecto retro que me parece bastante pasado de moda, muy visto. Al menos han recuperado el mítico gunbarrel (aunque salga al final de la peli).

Daniel Craig me parece un buen actor y creo que borda su papel, su 007 está más cómodo en una pelea con cuchillos en el barro que en una fiesta (al contrario que el dandy blandengue de Pierce Brosnan). El insoportable Mathieu Amalric me parece que tiene uno de los peores malvados de la saga, bastante flojo. Su villano es apenas un risible peón que no pasará a la historia, su discurso de la fiesta parece sacado de una conferencia en la Expo 2008, lamentable. Ahora los villanos son falsos ecologistas, me molaba más cuando eran millonarios excéntricos o rusos.

Vale que Olga Kurylenko es muy guapa y que lo de la interpretación le viene bastante grande, tampoco es que su personaje tuviera mucha tela para cortar, pero recordemos que para hacer de chica Bond no es necesario saber interpretar, basta con ser guapa.

Al final queda un film de acción bastante entretenido que está a medio camino entre la total renovación de un mito (a base de polvo y sangre) y los guiños al pasado.

5

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