Un psicópata se dedica a matar a sus víctimas en directo por internet y haciendo que el asesinato sea más rápido dependiendo del número de visitantes. La premisa argumental no está mal, era de esperar que tarde o temprano los guionistas de Hollywood se dieran cuenta del enorme potencial que tiene Internet, tanto para lo bueno como para lo malo.
La peli no deja de ser un thriller más sobre psicópata que mata a la gente de una forma bastante cruel e imaginativa, la sombra de Seven y Saw es bastante alargada. La diferencia es la introducción del elemento cibernético y la impunidad que otorga a todos aquellos que visionan la página, convirtiéndoles en cómplices de los asesinatos.
Lo que más me gustó fueron Diane Lane y su personaje. La agente del FBI que interpreta Lane es una madre que cambia de turno para poder estar con su hija. No es una superpoli, es una mujer normal con problemas normales y ojeras. Un personaje que nunca hubieran podido interpretar Demi Moore o Michele Pfeiffer, nunca nos las hubiéramos creído. Lane no es una gran actriz pero da el pego perfectamente. Probablemente sea de las actrices que mejor está asimilando su edad, con pocos pero buenos papeles.
Y se acabaron las novedades. La dirección del experto en thrillers Gregory Hoblit (Fallen, Frequency, Las dos caras de la verdad) es demasiado tópica y unida a un guión bastente obvio nos da un film justito. Entretiene hasta que te das cuenta de a quién van a matar, en qué orden y cómo van a pillar al malo.