Un ex-policía empieza su nueva vida como vigilante nocturno en unos grandes almacenes abandonados tras un trágico incendio.
Ya tenemos aquí otra vez el enésimo remake de cine de terror oriental. Reflejos es el remake Norteamericano del film surcoreano El otro lado del espejo, que no he visto, así que no puedo comparar. La versión americana ha sido dirigida por el francés Alex Aja, responsable de bodrios como Alta tensión (Haute tension) y el remake de Las colinas tienen ojos. Toda su filmografía puede considerarse una mala copia.
La peli es bastante irregular y deja un regusto agridulce. Tiene escenas bastante logradas que realmente inquietan y perturban al espectador (las escaleras, los probadores, etc) pero ciertos giros del guión son algo ridículos (sobretodo al final) y el film no acaba de cuajar. Aja es un director muy aficionado al gore más salvaje y macarra, algo se nota en la escena inicial y en la del baño (de las mejores del film, por cierto) y en algunas apariciones realmente escalofriantes.
Mientras el mal se encuentra al otro lado del espejo, la película cumple muy bien su papel de inquietar, lo desconocido controla a los personajes y también al espectador. Mediante ruidos, luces y unos pocos efectos te va asustando cada vez más. Yo pasé un buen mal rato.
Pero luego Aja no ha sabido o no ha querido o no le han dejado (váyase usted a saber) llevar la peli por el lado más interesante y acaba de forma bastante forzada y espectacular. Sobran efectos especiales y explosiones al final y falta coherencia. Lo desconocido nos aterra mucho más mientras sigua siéndolo. Cuando te lo explican todo y de forma tan torpe, se pierde toda la gracia.
Kiefer Sutherland hace lo que puede en su papel de típico ex-policía con problemas de todo tipo. No podemos evitar verlo como el Jack Bauer de 24. Su interpretación es idéntica a la de la serie, con lo que no hay manera de separarlo de su personaje más popular. Poco ha heredado este señor de su padre.
No me gustaron los personajes femeninos, son dos bonitos floreros pero no están bien desarrollados. El personaje de la hermana del protagonista, interpretado por la guapa Amy Smart, no aporta nada de nada. Se nota demasiado que está metido con calzador para justificar la escena más fuerte del film.
El papel de la ex-mujer interpretado por Paula Patton está algo mejor, pero es inevitable pensar que sólo está en el film por su físico más que por sus aptitudes interpretativas. Las forenses madres de dos niños no suelen tener cuerpos de modelo (y menos en Norteamérica). Parece que cualquier excusa es buena para sacar a las señoritas desnudas en la ducha, con ropa de cama o con camiseta blanca mojada (se deben pensar que somos tontos y no nos damos cuenta).
Tampoco me gustó el personaje del típico niño de toda peli de terror moderna que conecta con el mal. Ya cansa.
Irregular.