Tras un fallido intento de robo, cuatro mujeres deben afrontar las consecuencias y buscar venganza.
Agustín Días Yanes sorprendió en 1995 con su primer film Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto pero sus siguientes obras han sido bastante decepcionantes: Sin noticias de Dios y Alatriste no me convencieron. Ahora retoma el personaje de Gloria Duque en una especie de segunda parte de Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto.
Díaz Yanes empezó como guionista y aquí es también escritor del guión, sus obsesiones siguen vigentes: mundo taurino, mujeres, violencia, criminales y sexo oral. Los personajes masculinos siguen siendo todos unos cerdos de cuidado mientras las mujeres intentan sobrevivir en un mundo que las trata a golpes. No digo yo que no sea cierto pero se parece demasiado a Nadie hablará de nosotras. En aquel film el personaje de Gloria Duque y su fallida lucha por enderezar su vida eran realmente memorables. El mismo personaje aparece ahora aquí, pero ahora es mucho más maduro y menos atractivo, tiene menos luchas internas.
Sus personajes nos aparecen cercanos y creíbles aunque nunca llega a la intensidad y verosimilitud de su primera película. El personaje de Victoria Abril cede mucho protagonismo al resto de actrices y sus personajes no son tan atractivos. No hay ningún personaje tan bien escrito como el de Pilar Bardem en Nadie hablará de nosotras.
Tampoco la cosa funciona cuando intenta imitar a los maestros del cine negro americano. Incluso usa canciones al más puro estilo Tarantino o Scorsese (suena una versión del Gimme Shelter de los Stones). También incluye homenajes a Grupo Salvaje y Pretty woman.
Creo que Díaz Yanes es un buen director de películas de venganzas y mafias hispanas. Pero a la peli le falta bastante emoción y tensión. No aburre durante las 2 horas que dura pero tampoco atrapa al espectador como debiera. Faltan escenas de personajes, hay relaciones no exploradas, personajes sin desarrollar y sobran escenas de sexo, el mal endémico del cine español.
La peli tiene un arranque bastante intenso con una escena de un robo con butrón. Las imágenes de baile flamenco me gustaron mucho. En la película se remarca mucho el carácter español (o más bien andaluz) frente al mejicano. EL contrate entre los paisajes y la luz del sur de la península ibérica y la ciudad de Méjico están muy logrados.
Al final la peli se hace incoherente y confusa. No sabes cómo los personajes han llegado hasta allí y otras veces la resolución de los temas es ridícula (el parking, la iglesia, la redacción del cole). Quizás han recortado demasiado en la mesa de montaje y la peli deja demasiados cabos sueltos.
El film se beneficia bastante del estelar reparto femenino. Todas las actrices están bastante correctas, me gustó sobretodo la inexpresiva frialdad de Ariadna Gil. No es fácil encontrar papeles así dentro de nuestro cine ni actrices capaces de llevarlos a cabo. Su personaje me recordó un poco a esos personajes calmados pero capaces de la más extrema violencia que Pacino o DeNiro bordaban en los 70s, muy buena la escena del bate. Me gustó comprobar cómo las actrices del reparto no son sólo caras bonitas, saben actuar (a veces). Victoria Abril repite su papel de Gloria Duque (aunque ya hemos señalado que la madurez le ha restado mucho interés al personaje) mientras que Elena Anaya y Pilar Lopez de Ayala cumplen con sus papeles.
Aunque quien más me gustó fue Diego Luna en su papel de frío sicario. Luna compone un personaje duro e implacable bastante interesante. Su personaje evoluciona y toma decisiones, otros personajes sólo se dejan llevar por la corriente. El binomio Gil-Luna es lo mejor de una peli bastante fallida.
4,5