Ya sé que me voy a ganar muchos enemigos pero los hermanos Wachowski me parecen un fraude de cuidado. Es innegable que con Matrix revolucionaron la ciencia ficción (aunque fuera copiando de la fascinante novela Neuromante de William Gibson y de la peli Ghost in the shell) pero las 2 secuelas fueron tan malas … Casi 10 años después de Matrix nos demuestran que las ideas no son lo suyo y adaptan la serie de anime japonesa Meteoro.
Al grano, Speed Racer es una tontería monumental. Los Wachowski nos narran una historia vista mil veces, con personajes de lo más tópico y un final evidente desde el principio. El guión es muy muy flojo.
Las carreras o persecuciones de coches pueden dar mucho juego en el cine (pongamos La amenaza fantasma, Cars o Death Proof como ejemplos recientes) y pueden estar fácilmente llenas de emoción y velocidad. Pero aquí no han sabido sacarles el partido. Las carreras son demasiado largas, casi aburren y los diálogos entre ellas aburren aún más.
Los personajes son estereotipos de lo más tradicional: la madre siempre en la cocina apoyando a su marido y a sus hijos, la novia abnegada que se sacrifica por el novio, el padre que lo da todo por sus hijos varones, el hijo que idolatra a su hermano mayor, el empresario malvado… Todo ya visto cientos de veces antes y mucho mejor contado. Se permiten el lujo de incluir a los personajes más imbéciles que recuerdo: el puto crío y su mono. Encima no pintan nada en la historia y no son para nada graciosos, más bien irritan bastante.
¿Qué pintan actores de la carrera y la talla de Susan Sarandon, Christina Ricci o John Goodman en este bodrio? Supongo que el cheque habrá sido bueno ya que sus papeles los podría haber interpretado fácilmente una farola. El joven Emile Hirsch me gustó mucho en Into the wild (Hacia rutas salvajes) de Sean Penn pero en la piel de Speed Racer (vaya nombre más ridículo) está realmente inexpresivo.
En el apartado técnico es donde los Wachowski siempre han tenido su (único) punto fuerte y aquí se han marcado unas espectaculares carreras de coches generadas por ordenador de las que no te enteras casi de nada. Los movimientos de cámara y el montaje son tan rápidos y tan irreales que acabas mareado. La estética de video juego (con esos colores tan chillones) forma parte de un estilo visual totalmente estridente, naif, ñoño y ridículo.
Tan ridículo como el mundo que presentan, siempre ultra limpio, ultra preparado y ultra correcto políticamente (baste con un detalle: los corredores celebran la victoria en el podio con leche en vez de con Champange).
No tengo ni idea de qué han pretendido los hermanitos con esta peli (supongo que entretener) pero a mí sólo me han aburrido, mareado e irritado.