Llega un niño a la escuela con un ojo morado y la maestra le pregunta:
– ¿Dime Alberto que te ha pasado?
Y el niño responde:
– Es que en mi casa somos tan pobres que dormimos en la misma cama mis
padres, mi hermano y yo. Anoche mi papi se subió encima de mi mami y decía:
“ah… aaah… aaaah…”, hasta que se giró hacia mi y me preguntó:
“Hijo… ¿estás dormido?”.
Y yo le dije: “no papi” y…
¡Guaka!, me soltó un guantazo.
La maestra le aconsejó:
– Esta noche si te preguntan procura quédarte callado…
Al día siguiente llega con el otro ojo morado y la maestra le
pregunta: