1997, Río de Janeiro, el capitán Nascimento quiere dejar su cargo en el Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE) un cuerpo de élite que entra allí donde la policía no se atreve. El stress se está apoderando de su vida, va a tener un hijo y sabe que está quemado. Debe encontrar pronto un sustituto y limpiar las favelas para que no haya problemas en la inminente visita de Juan Pablo II.
Una de mis películas favoritas de los últimos años es Ciudad de Dios, tanto tropa de Élite como Cuidad de Dios comparten el tema de la droga y la violencia en las favelas de Río. Mientras Ciudad de Dios nos muestra el día a día de los traficantes, Tropa de élite se centra en la policía. La otra cara de la moneda, o no.
Los protagonistas son policías de carne y hueso, personas reales que deben vivir con un sueldo mísero jugándose el tipo contra unos traficantes armados hasta los dientes. Es un caldo de cultivo ideal para que la corrupción germine y se extienda ahogando cualquier atisbo de honradez. El sistema creará sus propias reglas, si no entras en el juego las cosas se pueden poner muy feas.
No creo que tome partido por ninguna de las partes, sólo denuncia una realidad terrible. De hecho nadie queda bien parado: los traficantes, los camellos, los consumidores de droga, las ONGs, la policía, los políticos, etc. Aunque la peli se centra en las fuerzas policiales de élite, sus brutales métodos de selección y entrenamiento, así como en su total falta de respeto por los derechos humanos.
La película es dura, muy dura y pesimista. La dirección del novel José Padilha es más que correcta aunque marea un poco a veces por el uso de la cámara al hombro. Tiene un inevitable parecido a La chaqueta metálica por lo del duro entrenamiento y también me recordó a El Padrino por la planificación de alguna escena que no puedo desvelar.
El guión es excelente. Me gustó mucho el feroz retrato de la corrupción generalizada y la evolución de los personajes de Neto y Matías que pasan de la ingenuidad al cinismo a base de encontronazos con la realidad.
Como anécdota diré que tres meses antes de su estreno en Brasil alguien robó una copia de la distribuidora en DVD. La copia fue pirateada y vista por 9,5 millones de espectadores. En salas de cine sólo la vieron 5 millones.
Una película totalmente recomendable que demuestra que Brasil es mucho más que fútbol y Samba.
No te la pierdas