Valor de ley de los hermanos Coen

FICHA TÉCNICA

Título: Valor de ley
Título original: True Grit
Dirección: Joel Coen, Ethan Coen
País: Estados Unidos
Año: 2010
Fecha de estreno: 11/02/2011
Duración: 110 min.
Género: Drama, Western
Calificación: No recomendada para menores de 7 años
Reparto: Jeff Bridges, Matt Damon, Josh Brolin, Hailee Steinfeld, Domhnall Gleeson, Barry Pepper, Ed Corbin, Elizabeth Marvel, Leon Russom, Mary Anzalone
Guión: Joel Coen, Ethan Coen
Distribuidora: Paramount Pictures
Productora: Paramount Pictures, Scott Rudin Productions, Mike Zoss Productions, Skydance Productions

SINOPSIS

Mattie Ross (Hailee Steinfeld) es una niña de 14 años que acaba de perder a su padre, asesinado por el borracho y cobarde Tom Chaney (Josh Brolin). Sabe que ella es demasiado débil para vengarse, pero está dispuesta a poner en juego los ahorros de su familia contratando al hombre adecuado. Éste resulta ser el ‘marshall’ Rooster Cogburn (Jeff Bridges), un tipo violento, de casi 60 años, que se distingue por sus métodos poco ortodoxos y por el parche pirata que lleva en el ojo.

Rooster acepta a regañadientes la petición de Mattie. Ambos cabalgan hacia territorio indio siguiendo la pista de Chaney, pero no son los únicos: el ‘ranger’ de Texas, LaBoeuf (Matt Damon), también quiere atraparlo por otro crimen no relacionado. La gloria, el dinero y el orgullo serán para quien llegue antes.

Valor de ley es el remake de la película homónima que dirigió Henry Hathaway en 1969 y que tuvo como gran protagonista al mítico John Wayne.

CRÍTICA

La Academia de Hollywood se ha caracterizado en muchas ocasiones por premiar más una carrera que un trabajo en particular. Esto entraría dentro de las grandes incongruencias de estos premios (como por ejemplo que Alfred Hitchcock nunca ganara ninguno) siendo John Wayne otro ejemplo de lo mismo, ya que el único Oscar que ganó en su carrera fue por la primera versión de esta historia, protagonizada hace ya más de cuatro décadas por tan mítico actor. Pero teniendo en cuenta que vivimos en una época donde la imaginación hace mucho que está muerta y en donde los remakes (o nuevas versiones) están a la orden del día, que se planeara uno de tal film no asombraba (en tal caso hacía temer lo peor).

Aqui tendría que abrir un paréntesis para indicar que yo no soy ni seguidor de los hermanos Coen como directores (encuentro muy sobrevalorada su anterior No es pais para viejos, por mucho que le valiera un Oscar a Javier Bardem) ni fan de los westerns como género (y es que debido a la sobre-explotación que se ha hecho del mismo se puede decir que ya no hay nada nuevo que contar). Esa sensación personal se acrecentó a principios de la década de los 90, cuando los consecutivos triunfos de Bailando con lobos (en 1990) y Sin perdón (en 1992) propició una oleada de westerns como mucho entretenidos (caso de Maverick, con Mel Gibson y Jodie Foster) o incluso curiosos (como Rápida y mortal de Sam Raimi) aunque con calidades muy inferiores a las grandes obras maestras del género que se hicieron en la época del Hollywood más clásico.

A la espera de lo que nos depare el próximo verano la (a priori) curiosa Cowboys and Aliens (mezclando el tan manido género con la ciencia-ficción en la citada adaptación de un comic) mis expectativas ante este título eran las justas, si bien los trailers previos ya me hacían tener cierta oculta esperanza de que igual el resultado final era mejor de lo esperado (y es que insisto en que uno ya ha visto tantos westerns de todo tipo y condición que a estas alturas parece un género muerto, cansino, repetitivo y aburrido) Con el vago recuerdo de la película original de 1969, que ví hace años en televisión, me he llevado la grata sorpresa de encontrarme no sólo uno de los mejores títulos del año sino que una clara muestra de como en ocasiones un remake puede hacer honor a la película original (de hecho si no fuera por la existencia de la misma mi calificación para esta sería de Excelente, si bien prefiero dejarla justo en el escalafón anterior)

Destacar la labor de Jeff Bridges sería insistir en algo que salta a la vista, porque suyo es el personaje más jugoso de la historia, y al que el actor saca todo el jugo posible (a su lado los papeles encarnados por Matt Damon y Josh Brolin parecen simples secundarios, pese a estar ambos muy correctos en sus respectivos roles) pero la sorpresa viene por una jovencita Hailee Steinfeld, que encarna con una soltura digna de mención a la Mattie Ross que busca vengar la muerte de su padre. Tal destacado reparto está envuelto en un conjunto que rememora a los grandes clásicos consiguiendo mostrar en pantalla un western con verdadera épica, algo que hacía años que no se veía en pantalla (detalles como la hermosa fotografía o la maravillosa banda sonora son dignas de mención y de premios)

El tramo final tiene un giro hacía lo dramático que puede hacer pensar mal a aquellos que se hayan fijado en que Steven Spielberg es productor de este film, pero que nadie se lleve a engaños porque la más que evidente presencia del personaje de Bridges como “más o menos” sustituto del padre ausente de la protagonista no desemboca en un final de lágrima facil sino simplemente crepúscular en el mejor sentido en que se puede añadir tal calificativo a western. Sin duda alguna los Coen (cuyos títulos pueden gustar más o menos pero a los que nadie critica su buena labor como directores) consiguen dar la sorpresa y regalarnos un film que recupera ese sabor épico que el western había conseguido como género de éxito en la época del Hollywood más clásico.

LO MEJOR: Todo (actores, directores, fotografía, banda sonora, guión,…) está perfectamente ensamblado, para funcionar como un mecanismo de precisión.

LO PEOR: Ser un remake, lo cual puede hacer pensar en un film menor, ya que las nuevas versiones no suelen hacer méritos respecto a las clásicas.


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